jueves, 7 de febrero de 2008

Historia de las Sociedades. Conclusiones.

Este escrito está registrado.El autor autoriza su reproducción entre comillas, siempre que se cite expresamente la fuente.


HISTORIA DE LAS SOCIEDADES


CONCLUSIONES

Evidentemente los nuevos modos de producción abarcan también un mayor espacio geográfico, o sea, un mayor marco social. El comercio y la conquista forman la avanzadilla de ese mayor espacio, de la misma forma es también bastante conocido que las nuevas formas de producción se van gestando en el seno de las antiguas y que también lo hace el marco social, así vemos por ejemplo como antes de la caída del Imperio Romano este puso las bases del feudalismo (Dioceclano) y que en el período absolutista de este (feudalismo), se pusieron las bases del nacionalismo, de la misma forma en las fases más extremas del capitalismo se ponen las bases del sistema mundial (UE, FMI, OMC, ONU, etc.).

La importancia del parentesco también evoluciona, en la primera fase la comunidad primitiva (la más larga) no tenía ninguna importancia el padre, la línea de la madre determinaba la continuidad de los grupos. El sedentarismo y la aparición del concepto de propiedad hace desaparecer la promiscuidad generalizada y todas las sociedades se organizan sobre la base de familias a cuya cabeza se sitúa el más viejo o el más fuerte. El incremento de las comunidades gracias a los nuevos métodos productivos hace aparecer la tribu, sin embargo, esta estructura gentilicia es rota por los jefes militares, el esclavismo la rompe parcialmente en la clase dominada, mientras que la clase dominante consolida esta relación (nobleza). El capitalismo rompe definitivamente los restos de la estructura gentilicia especialmente en la clase dominada, la tendencia histórica es pues la desaparición de la estructura gentilicia o sea el incremento del individualismo.

También es bastante conocido el ciclo de libertad de la fuerza de trabajo, la parte más importante de la clase dominada va perdiendo libertad hasta llegar a la esclavitud generalizada, pudiéndose afirmar que en esta época la fuerza de trabajo se encuentra en su mayor fase de opresión, consolidándose en esta época las grandes religiones (excepto el islamismo), cristianismo, taoísmo, budismo, confucianismo; y los grandes conceptos de organización social, derecho, instituciones, burocracia, estado, etc., nos encontramos con el punto de inflexión histórica que marca dos épocas diferentes. A partir de ese momento las fuerzas productivas van adquiriendo mayor libertad, siervo, gremio, trabajador asalariado, etc., si se sigue el proceso la producción debería de tener, mayoritariamente, factores humanos libres (autónomo o similar).

Naturalmente el incremento de la organización implica también de la organización dependiente del gobierno, o sea, lo que definimos como Estado, el incremento del funcionariado y otras características del estado es pues constante.

Coherente con lo anterior se produce un ciclo de la evolución científico-técnica, la separación entre trabajo intelectual (asumido por la clase dominante) y trabajo físico hasta culminar en la sociedad feudal ([1]).

En la sociedad Esclavista y en la Bárbara sedentaria, se produce la transformación desde la forma empírica de evolución de la ciencia a la forma deductiva, el ejemplo más conocido es Pitágoras que recoge la tradición deductiva que por los mismo motivos se produce en la tercera época bárbara (esclavizada) especialmente en Egipto, esta forma deductiva en una época de pocos conocimientos científicos represento a medio plazo el estancamiento de la ciencia. Hasta bien avanzado el feudalismo y con la aparición de fuerzas ligadas directamente a la producción (burguesía), se vuelve a considerar el empirismo ([2]), se descubre la imprenta, la pólvora, la astronomía moderna, el papel, la contabilidad, el cero, la numeración moderna, nuevas formas de cultivo, la química, etc.

La separación entre trabajo físico y manual era tan importante que en China se consideraba innoble el trabajo físico y la nobleza se dejaba uñas largas para demostrar que no se realizaba. En España fue necesario un decreto real para "ennoblecer el trabajo físico" firmado por Fernando VII, el proceso de asunción de la forma empírica de la ciencia y por lo tanto de disminuir la diferencia en trabajo intelectual y físico es paulatino hasta nuestros días, evidentemente esta evolución no es homogénea sino como todo a saltos y paradas.

Los movimientos revolucionarios o simplemente reformadores no suelen venir solos, responden a puntas de lanza de un movimiento de cambio más amplio, naturalmente solo una parte de este movimiento se consolida, se produce en consecuencia un doloroso rechazo hacia algunas de las ideas surgidas del movimiento revolucionario o reformador.

Además, se puede saltar de una forma de producción muy poco evolucionada a otra más evolucionada, sin pasar necesariamente por pasos intermedios, como demuestran la colonización de territorios alejados del centro (África, América, etc.), ahora bien este paso es siempre provocado desde el exterior, la evolución endógena ha de cubrir necesariamente todas las etapas.

La evolución ha de ser en conjunto, de nada sirve evolucionar en la técnica, si no se evoluciona en lo social, ya que la sociedad será incapaz de desarrollar nuevos conocimientos técnicos, por ejemplo la sociedad esclavista romana fue incapaz de absorber y evolucionar con los conocimientos de su época, los esclavos llegaron a ser una rémoras para el progreso de su forma social, por lo tanto es falsa la idea de que solo las innovaciones técnicas nos pueden conducir necesariamente al progreso.

En la línea de la especialización van apareciendo nuevas organizaciones, que van asumiendo funciones antes inmersas en una sola organización, así por ejemplo los partidos políticos u organizaciones similares, asumen funciones, que en otras épocas realizaban las organizaciones religiosas, de las que también se separaron otras facetas (cultura, enseñanza, justicia, registro civil, notaria, etc.). Como es lógico en todas las organizaciones se incrementa su cohesión interna y la relación entre sus miembros, por ejemplo los clubes liberales y los partidos de notables, van siendo sustituidos por partidos modernos, procesos parecidos ocurren en todas las organizaciones sociales.

Uno de los debates más vivos sobre la sociedad se encuentra en la definición de que hechos nos muestran la decadencia de esta. Aquí se parte del criterio de considerar a una sociedad como cualquier otra cosa viva. O sea tendremos decadencia cuando esta sociedad sea incapaz de reproducirse y cuando la desaparición de organizaciones no va acompañada de la aparición de otras nuevas que le sustituyan, dentro del sistema el envejecimiento va acompañado a su vez del surgimiento de organizaciones al margen del sistema, la clase dominante va perdiendo los instrumentos de dominación a este proceso se le podría llamar descomposición del sistema. Incapaz de evolucionar el sistema decadente se aferra a sus instituciones, haciéndose más agresivo, más desconfiado, más violento y más opresor para sus propios ciudadanos (súbditos, siervos, etc.), estos elementos no son solo físicos, de hecho van unidos a los intelectuales.

En el desarrollo social existe una ley la primera de la evolución que ya se remarcó al principio. Así pues para sobrevivir una clase social antagónica o sea, una clase social que sufre la presión de otras clases sociales, necesita invariablemente concentrar sus organizaciones económico-sociales, como consecuencia la estructura social se piramidaliza, colocándose en el vértice superior un sector de esta clase social que asume la función dirigente (alta nobleza, etc.), este proceso se produce en diferentes épocas pero siempre en la misma línea, cuando este proceso se agota o sea el sistema es incapaz de concentrarse más nos encontraríamos al borde del cambio de forma social.

Existe una evidencia expuesta ya por muchos autores y es que el centro de los sistemas, se va desplazando históricamente hacia el oeste ([3]). Aunque se olvidan otras sociedades importantes ([4]), el esquema anterior seria cierto, (sin llegar lógicamente a la categoría de ley). La explicación podría estar en que la mayoría de los cambios se dan en las sociedades fronterizas (periféricas) y los descubrimientos han ido hacia el oeste.

¿Cuales serian las condiciones de una sociedad para que tenga un importante nivel de desarrollo?, es evidente que no es la riqueza de materias primas, ni una buena situación geográfica, ni otros factores externos a la sociedad. La clave del desarrollo está en la propia estructura social, las estructuras internas y el papel de los individuos dentro de estas, así como la evolución histórica de la sociedad, por ejemplo la Generación del 27 solo se pudo dar en España, los Picasso, Dalí, etc. de Francia, Alemania, y otros países estaban enterrados o aniquilados por la Primera Guerra Mundial. Argentina era uno de los países más desarrollados del mundo en los años 50 del siglo XX, la dictadura populista la hundió en pocos años y la situó en el tercer mundo.

Imaginémonos una sociedad que decidiese por ley que las mujeres no pudiesen trabajar, automáticamente bajaría el PIB, del orden del 40% en los países más desarrollados. Las leyes y costumbres no económicas son tan importantes para el desarrollo como las económicas.

Hay determinadas correlaciones evidentes, el nivel educativo, la tasa de actividad, el nivel participación femenina, etc. son directamente proporcionales al desarrollo, el nivel de corrupción, el nivel de inseguridad, etc., son inversamente proporcionales.

Desde el punto de vista empírico parece fácil conocer cuales son los factores fundamentales del desarrollo económico y social, se coge una sociedad modelo que cumpla con nuestras expectativas y simplemente se la pone de referencia. El problema surge cuando no nos ponemos de acuerdo con la definición de desarrollo social y económico, y aparecen multitud de índices, cada uno de los cuales hace hincapié en determinados elementos. Pero en realidad cada uno responde a determinados intereses, los grupos y clases que forman una sociedad no son neutros, cada uno de ellos defienden posturas diversas y estas se reflejan en todos los elementos de análisis de una sociedad. Por eso es tan difícil analizar una sociedad contemporánea.

Las sociedades que avanzan tienden a eliminar las imperfecciones sociales y económicas, y en las que retroceden aumentan las imperfecciones, esta hipótesis es fácil de entender en el plano económico, aquellas empresas que son eficientes y consiguen dar salida a una determinada demanda, salen adelante y obtienen beneficios, perfeccionando el funcionamiento del mercado. En términos gráficos tendríamos un círculo perfecto para representar una sociedad perfecta, una sociedad real seria un círculo imperfecto, se evoluciona en positivo si se reducen las imperfecciones y nos acercamos al círculo perfecto.


La única forma de reducir las imperfecciones es que las organizaciones e individuos de una determinada sociedad, Estado, empresas, asociaciones, gremios, etc., y las reglas y leyes que regulan las relaciones entre ellos, favorezcan siempre el desarrollo colectivo por encima de intereses personales o de grupo. Para que sea posible la cohesión social es fundamental que el máximo número de individuos y organizaciones acepten el orden social. Por lo tanto si las reglas de cambio social están claras y son fácilmente entendibles se favorece la cohesión social. Si los cambios son de forma lenta pero continua se evoluciona mejor que a saltos (revoluciones).

Todos los grupos que forman una sociedad tienden a que las leyes, normas y costumbres les favorezcan, esta afirmación es obvia y a primera vista normal, pero si un grupo o varios se ponen de acuerdo para forzar las normas a su favor, perjudicando a otros grupos, se esta disminuyendo la capacidad de desarrollo social y económico, y obstruyendo el Interés General Óptimo que hace compatibles entre si los intereses particulares, el ejemplo más fácil es el de los monopolios, carteles de precios, etc., y otro sería el de las mafias, ampliamente dañinas para el progreso. En resumen, poner el interés general por encima del particular no es solo una cuestión ética, es un elemento básico del desarrollo social y económico.

El principio expuesto en el párrafo anterior, es uno de los más constantes de la historia como referente básico de filosofías y religiones, lógicamente bajo explicaciones diversas, por ejemplo en el cristianismo, amar a Dios (interés general) por encima de todas las cosas (interés particular). La mayoría de principios morales y filosóficos tienen la misma base; el problema radica en que a veces no se cumplen y es cuando comienzan la decadencia de las sociedades.

Lógicamente una de las constantes sociales es la apropiación que hace la clase o grupo dominante de la interpretación del Interés general, o sea de cómo se aplica en cada momento. Es en este punto donde encontramos uno de los elementos que nos indica la decadencia, si al grupo dominante le interesa una interpretación del interés general afín a su interés particular y este es incompatible con los otros intereses generales o lo que sería lo mismo el interés general óptimo, según definición hecha más arriba, los ejemplos son múltiples a lo largo de la historia.

Hay un problema evidente la perspectiva, para un observador contemporáneo de una sociedad es muy difícil observar la decadencia y los problemas de esta, es mucho más fácil para un observador alejado en el tiempo, es lo que se conoce como perspectiva histórica. De que manera se podrían establecer reglas precisas para que un contemporáneo sea capaz de analizar su sociedad de forma eficiente. La respuesta a la pregunta anterior es evidentemente la que se ha hecho toda la humanidad desde que hay conciencia de historia y de sociedad, en consecuencia la respuesta ha sido también múltiple y variada a lo largo de los siglos.
Hay dos tipos de respuestas, la primera, la determinista, sería aquella que nos dice que nuestro destino está ya escrito y que hagamos lo que hagamos no podemos modificarlo, está claro que esta posición es un truco de los grupos conservadores para mantener la sociedad inalterable y por lo tanto a su favor a corto plazo; a la largo plazo es perjudicial para toda la sociedad. La segunda es justo lo contrario, no hay nada determinado todo es posible. Es evidente que en la actualidad nadie defiende a rajatabla las dos posturas expuestas más arriba de forma extrema, pero si que encontramos trazos de las dos por todas partes.

Como exponíamos en la Introducción las sociedades humanas son herederas de las sociedades animales y estas a su vez dependen de las bases biológicas, físicas y químicas que condicionan las estructuras materiales, a su vez el ser humano ha creado toda una serie de normas y costumbres a lo largo de los siglos. Todos estos elementos condicionan de sobremanera cualquier modificación de las estructura social, además de la actitud de los grupos que puedan sentirse perjudicados por el cambio.

En consecuencia las limitaciones expuestas en el párrafo anterior serían las únicas, algunas de ellas evidentemente se pueden abordar también en el cambio como las costumbres, pero implican un proceso seguramente más lento que por ejemplo un cambio de leyes. Las únicas limitaciones reales al cambio son las naturales y aun así la humanidad ha ido elaborando respuestas técnicas a lo largo de milenos, para superarlas y adaptarlas a sus necesidades en lo posible. Ambas limitaciones, las naturales y las creadas por la humanidad, han de ser tratadas de forma coordinada en cualquier cambio, y un cambio en solo un aspecto sería un cambio falso, porque ambas limitaciones han de ser vencidas a la vez y coordinadamente.

Estos elementos son ampliamente conocidos tanto por expertos en política social como por la mayoría de los humanos vía sentido común. Y de hecho han servido de base para elaborar casi todas las interpretaciones sobre las sociedades y el cambio social. Estas interpretaciones han venido siempre marcadas por los intereses concretos de los grupos afines a las personas que las realizaban, este hecho es perfectamente lógico, las interpretaciones independientes han sido en general utópicas y sin base social alguna y en consecuencia irrealizables (Tomás Moro, Robert Owen, etc.).

Para que determinadas ideas sociales triunfen es absolutamente necesario que cuenten con apoyo social, es por lo tanto imprescindible que estas ideas sean coherentes, entendibles y realizables. Agrupar en torno a estas ideas al mayor número de grupos es el paso previo al cambio social, la falta de independencia es imposible de soslayar, cuando hablamos de sociedad, política social y cambio social la independencia ideológica no existe, y no puede existir porque los promotores del cambio social han sido siempre grupos minoritarios, en un principio, y por lo tanto con un discurso ideológico diferente al mayoritario en ese momento, y que cuando se han ido haciendo mayoritarios han adaptado su discurso ideológico a las nuevas realidades convirtiendo su discurso en predominante, y viendo como aparecen otros grupos renovadores que repiten esta historia en un circulo continuo y sin fin.

La evolución social es paralela a la técnica, la económica, la cultural y la política, lógicamente con ritmos diferentes pero nunca incompatibles. La evolución perfecta no ha existido nunca, pero si existiese sería armónica, o sea todos los aspectos de la sociedad evolucionando a la vez, sin pausa y sin paradas.

[1] En la sociedad feudal avanzada, la nobleza consideraba un deshonor el trabajo físico.
[2] A pesar de la iglesia católica, que lógicamente defendía posiciones dogmáticas.
[3] Mesopotamia, Egipto, Grecia, Roma, Visigodos, Francia, Sacro Imperio, Inglaterra, USA Este, USA oeste, Japón, China, etc.
[4] Germania y China Antigua especialmente.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Historia de las Sociedades. El Capitalismo

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HISTORIA DE LAS SOCIEDADES



EL CAPITALISMO

Empieza a desarrollarse un concepto revolucionario que amplia el marco feudal, el concepto de nación, y había dos vías que facilitaron la labor, por una parte el poder real que centralizaba el aparato administrativo ([1]), vaciaba el poder local y de la nobleza y por otro el desarrollo de los parlamentos que habían pasado de ser asambleas de la nobleza a ser asambleas del conjunto de los sectores dominantes incluida la burguesía lógicamente como consecuencia del desarrollo económico de esta.

En Inglaterra este proceso se entremezcla lo que permite la revolución republicana, y la toma del poder por parte de la nobleza aburguesada y la burguesía (1649), y es consolidada después (1688), se llega a un acuerdo entre la alta burguesía (whigs), y la nobleza (tories), para alternarse en el poder (1689), este modelo permitió el desarrollo del capitalismo en Gran Bretaña, mucho antes que en otros lugares, facilitando de paso el desarrollo en el territorio que después serían los Estados Unidos de América.

Como ha ocurrido otras veces a lo largo de la historia y al calor de la revolución, surgen alternativas más radicales que por alguna circunstancia no llegan a triunfar.

En Inglaterra tenemos especialmente dos, los niveladores (leveller) y los cavadores (diggers). Los primeros quieren imponer una revolución más pura que suprimiese la nobleza y una mayor igualdad de derechos políticos, tolerantes en materia religiosa con las organizaciones religiosas independientes (que no reconocían la jerarquía eclesiástica), y se organizaron sobre la base del ejército republicano (Cromwell). Por primera vez buena parte del sector más desposeído de la población se dio cuenta que poseía un poder capaz de romper los esquemas sociales. A través del control de parte del ejército consiguieron imponer "el pacto del pueblo" la primera semiconstitución burguesa. Y los segundos pretendieron imponer un colectivismo agrario, pero su número era muy reducido y al final como también ha ocurrido otras veces, su principal líder (Gerrard Winstanley) terminará de cuáquero ([2]).

La represión posterior, genera una importante emigración hacia América, poniendo una de las bases del sistema político y social en el futuro pueblo fronterizo de Estados Unidos.

En la América española se produce el desarrollo del mercantilismo, durante la segunda mitad del siglo XVII y siglo XVIII, el incremento de una burguesía terrateniente igual que en las otras Américas, pero en estas con un mayor peso del esclavismo (que se convertiría en el negocio más floreciente de la época), prolongado hasta la primera mitad del siglo XIX.

La revolución burguesa elimina el esclavismo, por ejemplo en España se suprime oficialmente en 1820 por un tratado con Inglaterra, aunque en la práctica duro hasta 1840, porqué en el tratado se hicieron muchas excepciones territoriales.

Vemos pues como la burguesía comercial y financiera más o menos matizada por la nobleza toma decisiones de gobierno en Inglaterra y Holanda, sin embargo, las organizaciones profesionales representativas (bancos y compañías de indias), no entraban en fuerte contradicción con la nobleza terrateniente, ya que eran instituciones en la que esta participaba y que forman parte de la estructura del mercantilismo la fase más avanzada del sistema feudal.

El salto cualitativo aparece pues con la burguesía industrial, cuya organización de centros fabriles demanda de mano de obra masiva, rompiendo definitivamente los lazos feudales de los gremios en la artesanía y de la servidumbre en la agricultura. Este es el elemento clave que en Europa generaría la revolución industrial. En el siglo XIX, y también en la segunda mitad del XVIII, la burguesía comienza a desplazar a la nobleza a veces en un largo proceso que por ejemplo en España abarca gran parte del siglo XIX, con hechos significativos, en 1812, 1820, 1835, 1854, 1868 y 1874.

Pero por primera vez en la historia en un país centro de una forma social, el feudalismo absolutista (Francia), se produce una revolución hacia otra forma social, pero poco antes también se producía la misma revolución en un pueblo periférico y fronterizo Estados Unidos, es indudable la influencia de esta sobre la francesa, la reducida nobleza en la América inglesa, permite obtener una revolución cuasi pura, además por la distancia geográfica a salvo de invasiones y guerras contrarrevolucionarias como las ocurridas en Europa en la época napoleónica.

También en el resto de América, se producen movimientos similares, pero la existencia de viejas noblezas terratenientes, las dificulta desde el punto de vista social, unido a las intrigas urdidas desde EE.UU.

El problema de la pureza de la revolución, es un tema importante, porque como se ha demostrado condiciona sobremanera el propio desarrollo de la clase que toma el poder y en consecuencia el carácter de la sociedad que se forma, he aquí una clave diferenciadora entre la burguesía de EE.UU. y la de otros países.

Hay pues cuatro formas principales, de toma de poder por parte de la burguesía, la guerra de liberación nacional (América), la ocupación exterior (Alemania), la sucesión de pequeñas revoluciones que acaban en pacto (España, Inglaterra) y la revolución (Francia), estas cuatro formas parecen en general que se producen en todos los movimientos sociales que implican cambios de clase dominante, aunque también se dan de forma combinada cuando el cambio se produce en diferentes fases.

La revolución francesa, constituye la forma más conocida de toma de poder por parte de la burguesía, a ello se debe en parte la influencia ideológica que represento en el siglo XIX para todo el mundo, eclipsando otras formas de cambio menos espectaculares.

El desarrollo de una forma peculiar de feudalismo absolutista (Ilustración), desarrolla las ideas de la nueva sociedad, haciendo que la revolución francesa, esta directamente influenciada, por los escritos teóricos, de los intelectuales burgueses (Voltaire, Rousseau, etc.). La burguesía francesa espoleada por los cambios producidos en Inglaterra y Holanda, y por su propio desarrollo económico (mercantilismo), se encuentra en un momento determinado, inmersa en una profunda crisis económica y social, esta situación extrema acompañada del profundo nivel de estructuración que había alcanzado la sociedad francesa, favoreció que el cambio se diese de forma tan violenta.

Los movimientos sociales revolucionarios pueden producirse tanto en los territorios periféricos (fronterizos) como en los centros, aunque lo normal históricamente hablando es que se produzca en los periféricos, donde las relaciones sociales menos estrictas permiten el desarrollo de otras formas sociales y al encontrarse la población en peores condiciones económicas con respecto a la población centro ([3]) la induce a tratar de alcanzarla, superarla o destruirla. Esto se agrava si tenemos en cuenta que la sociedad dominante en el centro suele establecer relaciones de dependencia favorables con respecto a las periféricas, manteniendo estas últimas el despilfarro de las primeras que en parte van a parar a los sectores de la población más desfavorecida del centro para mantener la estabilidad social.

Vemos pues en la evolución el paso de la comunidad primitiva, el clan, la tribu, la ciudad, el feudo y la nación como penúltimo marco social, el último no sabemos como será pero es fácil de deducir será en todo el mundo.

Todas las sociedades nuevas en la línea del aumento de la complejidad social, van aportando nuevas organizaciones y modificando las anteriores por ejemplo la burguesía aporta un ejército nacional numeroso (gran armée), una policía permanente, una fuerza paramilitar permanente (gendarmería, guardia civil), una forma básica de represión del delito (la cárcel) ([4]), un tipo de empresa (sociedad anónima), desarrolla el salario, etc., hay también organizaciones que son eliminadas y otras que dejan su huella marcada en la organización que la sustituye.

La burguesía desarrolla también su propio concepto de marco social, la nación, concepto más amplio que el feudo que se basa no en la adhesión a una estirpe determinada, sino en la pertenencia a una unidad social determinada con una identidad cultural común (lengua, leyes, burocracia, etc.).

El proceso contrarrevolucionario que de hecho matizó los avances burgueses, comienza con la liquidación y destrucción de los grupos que propugnaban la aniquilación definitiva de las organizaciones feudales (jacobinos, etc.), en definitiva se impone el modelo burgués que agrupa en su seno a importantes sectores de la nobleza feudal; en definitiva la alta burguesía (comercial y financiera principalmente) ante el temor del pueblo, prefiere aliarse con los sectores feudales que acepten en lo general su modelo de sociedad.

La subida al gobierno de Francia de Napoleón, supone pues el paso lógico, su enorme y rápida expansión se debe a varios factores, especialmente el nuevo tipo de ejército con grandes masas de soldados, y el apoyo a las transformaciones burguesas en todos los países (España, Alemania, Italia, etc.).

El naciente capitalismo industrial necesita expansión territorial a la búsqueda de nuevos mercados y fuentes de materias primas, la expansión comercial- marítima de Inglaterra y de otros países proporciono la acumulación necesaria para la inversión industrial, la expansión francesa se basaba, debido a las condiciones históricas de la época, en una expansión continental, este último elemento primo sobre los otros y esta en el origen del relativo fracaso de la aventura napoleónica, facilitando la aniquilación de las revoluciones más liberales, en aquellos países, donde no se habían consolidado.

Uno de estos países es España, cuyos vaivenes históricos marcan uno de los modelos de desarrollo capitalista. La corona española abarcaba importantísimos territorios en todo el mundo, sin embargo la burguesía estaba poco desarrollada, excepto en algunas zonas de América, como en los virreinatos de la Plata (Buenos Aires) y de Nueva Granada (Caracas) y en algunas ciudades europeas como Cádiz, en la mayor parte de América la lucha antifeudal constituyó de hecho una lucha de liberación nacional, bajo el que se constituyeron las nuevas naciones americanas. En la península, cuando la invasión napoleónica desarticula el estado feudal, la burguesía tiene su primera oportunidad, ya anteriormente, la baja nobleza y algún sector de la burguesía, habían participado en levantamientos en el siglo XVIII, 1754, 1766 (Motín de Esquilache), la represión de la última condujo a numerosas desapariciones de detenidos ([5]).
En España, la nobleza había apostado mayoritariamente por el Estatuto de Bayona de 1807, esta era la expresión española de la sociedad francesa de la época napoleónica, además, de no ser una Constitución, se daba importancia a la nobleza y al clero, cada uno de los cuales tenían la misma importancia que la burguesía en la asamblea constituyente. Las Cortes (parlamento) son elegidas por estamentos ([6]), 25 del clero, 25 de la nobleza, 62 de provincias y colonias, 30 de las ciudades, el Rey elige 15 del comercio y 15 de la Universidad, y de forma parecida se elegía el Senado. Los franceses imponen la supresión del derecho feudal, garantizando el crecimiento del capitalismo, sin embargo la corona sigue contando con amplios poderes ejecutivos con lo que prácticamente monopoliza el poder.

Toda Constitución, no es más que la expresión de la correlación de fuerzas, en un momento dado, hay que recordar, que no todos los ciudadanos tienen derecho de voto, este Estatuto no llega nunca a consolidarse y, además, había una guerra contra los franceses y en consecuencia contra el Estatuto.

El elemento más representativo es la Constitución de 1812. Elaborada por las fuerzas liberales representativas del poder local, el único poder que permanece vivo e independiente, es el principio de soberanía nacional (y no de soberanía popular) es él más importante y supone la aniquilación de la soberanía feudal, con la consiguiente supresión de los privilegios y de las organizaciones a cuya cabeza se encuentra la nobleza. Estos privilegios habían sido incrementados para protegerse de otras organizaciones más dinámicas. Sin embargo, se mantiene la corona, y concede amplios poderes a las Cortes (Congreso), al sistema de elección de diputados e incluso de estos dentro de los propios partidos, fijando exhaustivamente las competencias del Rey, era tal la desconfianza, que la propia Constitución fijaba una posibilidad de reforma, tan complicada que la hacía prácticamente imposible sin el consenso de la mayoría de las organizaciones.

Las organizaciones feudales se habían dividido en dos grupos, aquellos que habían aceptado el Estatuto, como mal menor, y la que se lanzaba a la lucha militar contra el liberalismo, un pequeño grupo se había nucleado en torno a Fernando VII, reconocido como Rey por los liberales. La intervención inglesa y la lucha guerrillera, acabaron con la expulsión de los franceses.

Sin embargo, se restaura el feudalismo absolutista y los liberales tantos los que formaron parte del ejército, como los que habían participado en la guerrilla, fueron ejecutados o encarcelados, las razones son muy simples las organizaciones feudales permanecieron intactas y por lo tanto conservaron su poder, por el contrario las organizaciones burguesas permanecieron prácticamente iguales y en consecuencia la salida del ejército francés, hizo volver a la correlación de fuerzas anterior a la guerra, las modificaciones casi exclusivamente teóricas, fueron eliminadas fácilmente.

Ante esta situación se encadena toda una serie de sublevaciones y levantamientos, durante las dos primeras terceras partes del siglo XIX, el país conoció una infinidad de estos. El carácter individualista de la burguesía, y el espíritu romántico de la época conformaron la situación.

La pérdida de América y en consecuencia de los impuestos, supuso el golpe más duro a la corona, su recuperación era en consecuencia prioritaria. Sin embargo el grueso del ejército simpatiza con las revoluciones liberales americanas. La guerra había transformado las fuerzas armadas, numerosos oficiales y generales habían ascendido durante la guerra ([7]), y el contacto directo con las fuerzas invasoras hace evolucionar a muchos militares, como ocurrió con los decembristas rusos para luchar contra una revolución liberal se disponía de un ejército liberal.

Las tropas que marchaban hacia América, acabaron levantándose (Riego 1820), previamente se habían producido otros levantamientos fracasados, Mina (Pamplona 1814), Porlier (La Coruña 1815), Richart y la conspiración del triángulo (Madrid 1816), Lacy (Barcelona 1817), y Vidal (Valencia 1819), de hecho el levantamiento de Riego también resulta un fracaso, pero por repercusión de este se produjeron otros en el norte y la corona temerosa de una revolución liberal, cede y jura la Constitución de Cádiz. Sin embargo, en sustancia la correlación de fuerzas no había sido modificada y la operación de la corona se podría considerar un repliegue táctico.

Una fracción de los liberales (exaltados) propugna unas reformas más profundas, que sacasen del papel a la Constitución de 1812, se organizan alrededor de sociedades patrióticas (especie de partidos políticos) y comienzan a fomentar organizaciones burguesas (milicia nacional, prensa, etc.), la fracción en el gobierno (moderados) no acepta estas reformas y mantiene la sociedad feudal (con un gobierno teóricamente burgués), lo cual no es una contradicción sino que al contrario situaciones similares se han dado a lo largo de la historia, algunas organizaciones feudales no aceptan ni esta solución, y se producen levantamientos absolutistas, Fernández de Córdoba (Madrid 1822), movimientos guerrilleros (Seo de Urgell, etc.), ante esta situación, la posición de los moderados es dubitativa y da pie a la entrada en España de los llamados “cien mil hijos de San Luis” ([8]) formados básicamente por franceses al mando de Angulema.

El 1 de octubre de 1822 Fernando VII declara ilegales los actos de gobierno realizados bajo la Constitución, la represión llego a tal punto que por primera y única vez en la historia contemporánea europea, se disolvía un ejército (el español) y se alquila por dos millones de francos al mes un ejército francés de 45.000 hombres (9 de febrero de 1824) y dos regimientos de suizos (más adelante tres), también fueron cerradas las academias militares por considerar peligroso aumentar el nivel cultural del ejército y se crea un cuerpo de voluntarios absolutistas.

La represión es tremenda y está dirigida por el confesor del rey, padre Víctor Damián Sáez, el terror asola España, los pocos liberales que logran sobrevivir llegan a Londres primero y después a Francia (1830), la imposibilidad de cambio semi-pacífico queda frustrada, poniendo pie a una violencia que marcara la historia de España durante el siglo XIX, se suceden los golpes liberales, Tarifa (1824), Alicante (1826), Gibraltar, Pirineos, Málaga (1830) y también conservadores Bessieres (1825).

La situación económica con un feudalismo en descomposición y un capitalismo coartado políticamente es desastrosa, apenas quedan organizaciones económicas en pie, y no se empieza a recuperar hasta después de 1830, especialmente en Cataluña (textil). La situación en Europa conduce a cambios en sentido liberal, en este contexto de crisis profunda, especialmente en el campo, (malcontens 1827, Manresa 1828), con un apoyo institucional a las tesis conservadoras, incluida la Iglesia católica, se fortalecen las posiciones más reaccionarias ([9]) dando lugar al Carlismo (1833).

El pretendiente Carlos se autoproclama Rey, comenzando la primera guerra carlista (7 años), contra la Regente María Cristina y las organizaciones conservadoras que le apoyan, se ven necesitadas del apoyo de los liberales moderados (Cea Bermúdez), la culminación de este proceso es el compromiso entre la nobleza moderada (Javier de Burgos) y el liberalismo moderado (Martínez de la Rosa), la plasmación escrita es el Estatuto Real (10 de abril de 1834, este compromiso se refleja en el reparto de poderes, los próceres del reino (nobleza y grandes contribuyentes), la cámara de procuradores (alta burguesía), la primera es de elección real, las competencias de ambas cámaras son mínimas, y la participación del pueblo llano nula, en las primeras elecciones a procuradores ([10]), participaron el 0,15% de la población y en las segundas el 0,06%, hay que tener en cuenta, que para ser elector era necesario disponer de altas rentas.

Por un lado tenemos una entidad muy poco representativa y por otro los carlistas controlan zonas importantes, sobre todo en el norte y el noreste, la milicia nacional (voluntarios liberales), tuvo de asumir tareas militares y se forman juntas locales de carácter liberal.
El levantamiento de los sargentos de la Granja (1836), provoca la restauración de la Constitución de 1812 adaptada, 25 años después en medio de mucha sangre los liberales habían conseguido el derecho a existir, pero aun les quedaba un largo camino, hasta la toma del poder para ello es absolutamente indispensable el crecimiento de la burguesía y de sus organizaciones y sobre todo derrotar a la reacción feudal, agrupada básicamente alrededor del carlismo.

Es en este punto donde se produce el gran desarrollo del capitalismo, en Cataluña el textil, en Vizcaya la siderurgia, en Asturias y Huelva la minería moderna, etc., las transformaciones más importantes, se realizan en la tenencia de la tierra, la desamortización de Mendizábal (1834), supuso el enriquecimiento de las arcas estatales, y la introducción masiva de la burguesía en el campo ([11]) y aparecen las primeras organizaciones presindicales (1840).

Entramos en el proceso de transición que abarca el segundo tercio del siglo XIX. El proceso en el resto de la Europa continental es similar, en Portugal por ejemplo tuvieron sus carlistas particulares (miguelistas), pero al contrario que en España si estuvieron en el gobierno y luego al ser derrotados fueron reprimidos, mientras que en España siguieron en lo fundamental con sus prerrogativas,

En Francia la revolución burguesa había calado tan profundamente, que ya en Febrero de 1848 se produce un gran movimiento revolucionario de matiz más radical que se expande por toda la Europa Occidental, Austria y Alemania (Marzo), y también en España (Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia) participan en este movimiento los primeros socialistas utópicos activos (Blanqui, Blanc, etc.). La represión genera más de 10,000 muertos solo en París y supone la definitiva consolidación de la burguesía, este movimiento es el heredero indirecto de la revolución de 1830. Durante estos 18 años (1830-1848) se van organizando multitud de organizaciones burguesas (Joven Europa, etc.), que iban a protagonizar la historia posterior a 1848, de esa fecha en adelante se van organizando los grandes movimientos, que iban a protagonizar el siglo XX ([12]) y empieza la cuenta atrás para la nobleza en aquellos países donde aun se mantiene en el poder, en España para evitar el contagio del 48 se cierran las fronteras y se deporta a miles de sospechosos.

En España el período que comienza en 1837, es conflictivo porque supone una lucha por el poder, entre la burguesía en ascenso que va generando nuevas organizaciones (empresas) y la nobleza en descenso, la posición de la corona (María Cristina) es bastante clara, nombra jefes de gobierno del partido moderado (nobleza), independientemente de cual fuese la correlación de fuerzas en las Cortes, la corona gobierna al margen del parlamento, en la oposición de forma sistemática los progresistas, incluso cuando con la subida del gobierno de Espartero se aceptan algunas de sus propuestas (1840), entre esta fecha y 1844, se encadenan una serie de golpes y contragolpes, que acaba con la vuelta atrás, o sea, de los gobiernos moderados puros y se emprenden una serie de medidas que perjudican a importantes sectores de la burguesía.

Durante siglos la nobleza había tenido el poder en el campo, y mantenía el orden con sus propios medios, el cambio de situación histórica hace que esta sea incapaz de hacerlo. En consecuencia se crea una guardia rural (Guardia Civil, 1844), emprendiendo un período represivo contra los progresistas, la figura más conocida de la represión es Narváez y como consecuencia de la nueva situación se proclama la Constitución de 1845, más regresiva que la del 37, donde incluso los Ayuntamientos son nombrados por el gobernador, en las elecciones solo voto el 1% de la población, en consecuencia se frena el desarrollo de la burguesía.

La descomposición de la nobleza tiene su expresión más conocida y popular, en la vida amorosa emprendida tanto por la reina madre (María Cristina), como por la reina (Isabel II), que no concordaba con la que oficialmente se preconizaba y que ellas junto a la mayoría de la nobleza eran los primeros a incumplir y ya sabemos que una de las características de la clase en decadencia es el doble discurso moral.

Pero aun la situación se va a derechizar más, la nobleza asentada en el poder gracias a la represión intenta recortar las pocas posibilidades de representación de las organizaciones burguesas, la Constitución y las leyes de 1852, fija el cuerpo electoral en 25.650 personas (para el Congreso), para el Senado y otras instituciones es aun más restrictiva, tan reaccionario era el proyecto que las propias Cortes se opone a él y Bravo Murillo las disuelve.

Las organizaciones burguesas habían crecido enormemente, especialmente en el Norte, Levante, Madrid y Cataluña, ante el temor de una revolución liberal, varios generales moderados se levantan contra esta situación (O'Donell), su escaso éxito convierte al levantamiento en liberal, con lo que se convierte en exitoso, como en el caso de Riego. El compromiso y la ingenuidad supuso el mantenimiento del grueso de las instituciones, por ello en el gobierno estarán representados tanto O'Donell (moderados), como Espartero (progresista tibio), pero cuando se calman los ánimos, las organizaciones reaccionarias vuelven a la carga, y a la situación anterior (1856), por ello tanto la Constitución como algunas leyes no llegaron a fructificar.

Durante los 12 años siguientes se va consolidando el régimen. Tenemos pues una continuidad histórica que marca el grueso del período de formación de la burguesía española, atrayéndose a los sectores más oportunistas y débiles de la burguesía, el incremento de esta propicia el surgimiento del grupo de los Demócratas, que supera por la izquierda a los Progresistas. Este período culmina cuando el sector más reaccionario encabezado por Narváez vuelve al gobierno, produciéndose una época de fuerte violencia (San Daniel, San Gil, etc.), haciéndose insostenible el régimen. Progresistas y Demócratas se unen (pacto de Ostende), formalizándose Juntas en todo el país, se levanta el ejército (Topete, Serrano, etc.) y el régimen se derrumba prácticamente sin lucha (1868), los Progresistas toman la iniciativa (Serrano), y emprenden junto a los demás sectores las reformas necesarias para una sociedad burguesa (sufragio universal masculino, cortes soberanas, etc.), pero la nobleza aburguesada seguía afincada en sus organizaciones y no acepta en su totalidad el régimen burgués luchando contra este. El Rey Amadeo I de Saboya, no consigue la confianza general y dimite, casi todos los cambios reformadores en España han sucedido casi por sorpresa y la proclamación de la I República (11 de febrero de 1873), no podía ser una excepción, pero la derecha sigue conspirando (Martos, carlistas, etc.) y a su vez las diferentes capas de la burguesía van abandonando el gobierno, que al final solo es mantenido por los republicanos federales (Pi i Margall).

La alianza, de las capas burguesas más reaccionarias con los rescoldos de la nobleza, formarían los elementos básicos, sobre los que se construiría la clase dominante en España, en el siglo XIX y XX, la oligarquía financiera y terrateniente que pasa a ser el elemento dominante, sobre la burguesía industrial que queda supeditada a la primera, sobre todo por la falta de consolidación la I República (liberal i federal), que representaba en cierta manera los intereses de las zonas que se habían industrializado.

El grueso de la fuerza de los republicanos federales estaba en Cataluña, la zona más industrializada de España, la rotura del modelo federal y progresista (industrializador) que se dibuja en la Constitución republicana de julio de 1873, pone las bases del conflicto de intereses entre los diferentes modelos de desarrollo económico y social, algunos de ellos mayoritarios en algunas regiones históricas muy importantes socialmente y que intentaran desarrollar su propio modelo, basándose en las características culturales diferenciadas con otras zonas de España.

El naciente movimiento obrero totalmente inexperto y desorganizado se lanza a apoyar las posiciones más radicales de la pequeña burguesía, por ejemplo el movimiento Cantonalista (1873-74) cuya represión (Salmerón), genera una fuerza militar reaccionaria que estaría detrás de los levantamientos de Pavía y Martínez Campos (1874) que restauran la monarquía, hecho similar se produjo 50 años más tarde en Asturias.

La represión subsiguiente encabezada por Cánovas, iba a suponer la configuración definitiva del sistema político, que con variaciones iba a perdurar hasta que la fuerza y organización del movimiento obrero (y su número), modificará la correlación de fuerzas entre las organizaciones sociales. Que en el caso de España ocurriría en el primer tercio del siglo XX, aunque en algunas zonas más industrializadas (Cataluña, Madrid, Valencia y País Vasco) podríamos adelantar algunos años.
Naturalmente en Europa central, Gran Bretaña y América de Norte, el enorme desarrollo de la industria y en consecuencia el incremento del número de trabajadores y de burgueses, supone ya en el último tercio del siglo XIX una presencia significativa del naciente movimiento obrero y del liberalismo. En consecuencia la historia de esas sociedades es bastante diferente a la explicada para España. Si fijásemos la distancia en años sería entre 30 y 70, dependiendo del aspecto a tratar y del país.

En el aspecto técnico es evidente por ejemplo la primera maquina de hilar la “Mule-Jenny” desarrollada en Inglaterra en 1779 llega a Cataluña en 1830, con 51 años de retraso, la distancia se reduce con el ferrocarril, el primero en España [13], la línea Barcelona - Mataró en 1847, “solo” 22 años después de la primera línea mundial Stockton - Darlington.

Pero lógicamente nos interesa centrarnos en las distancias de las estructuras sociales, y como estas van disminuyendo conforme avanza el desarrollo económico cada vez más globalizado. Si nos situamos a finales del siglo XVIII existe un país con un importante desarrollo Gran Bretaña, y otros dos en buenas condiciones, con una importante capacidad económica, Estados Unidos y Francia, en ambos países se había realizado un proceso revolucionario, que puso las base social para alcanzar en pocos años a la Gran Bretaña, diferentes hechos violentos facilitaron el proceso, las revoluciones de 1830 y 1848, en el caso de Francia, la expansión hacia el oeste y la guerra civil 1861-1865 en el caso americano. Algunas sociedades periféricas habían alcanzado a las centrales prácticamente a mitad del siglo XIX, en Alemania donde la unificación del país está unida al desarrollo capitalista llega el alcance en la práctica en 1870, al vencer en la guerra Franco - prusiana.


España, Rusia y otras sociedades seguían siendo periféricas en la sociedad global capitalista, por ejemplo España en esas mismas fechas se continuaba discutiendo el modelo social entre liberales y conservadores, y se iba a proclamar la primera República (1873) y la tercera guerra carlista con asesinatos de políticos importantes incluido.

[1] Es famosa la frase de Luis XIV de Francia, "el estado soy yo".
[2] Igual que Lilburne líder de los niveladores.
[3] Con la que se encuentra en contacto.
[4] De hecho la generaliza a toda la población, ya que anteriormente, estaba reservada para ciertas personas.
[5] Elemento de represión utilizado frecuentemente en países Latinos.
[6] 160 años más tarde, a esto se le llamó “democracia orgánica”.
[7] Como en las guerras napoleónicas.
[8] En realidad 130.000.
[9] Como paso en Alemania, en los años treinta del siglo XX.
[10] Lógicamente este nombre recibían también los diputados del franquismo (1939-1977).
[11] Principal actividad económica de la época.
[12] En enero se publica el Manifiesto Comunista.
[13] Si no contamos el de Cuba.

lunes, 4 de febrero de 2008

Historia de las Sociedades. El Feudalismo

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HISTORIA DE LAS SOCIEDADES


EL FEUDALISMO

La marcha hacia el feudalismo fue particularmente dura, y esto demuestra lo que ocurre cuando una sociedad no es capaz de evolucionar, y tienen que ser otros pueblos culturalmente menos evolucionados los que efectúen digamos la revolución, el feudo es un concepto más amplio que la ciudad, ya que supone la ligazón a un territorio y a un señor que mediante sucesivos ligazones podrían llegar a formar grandes reinos.

Muchas veces se ha discutido el parecido de la sociedad bárbara con la sociedad feudal, sin embargo, este parecido es aparente, las nuevas clases dominantes proceden de pueblos distintos, o bien eran los sucesores de los señores romanos o eran los jefes de las tribus bárbaras parte de ellas romanizadas por ejemplo los visigodos eran una minoría en Hispánia, mientras que la inmensa mayoría de la población estaba más o menos romanizada, y además culturalmente tenían un nivel superior. Con una sociedad más ordenada y reglamentada; en esa situación la integración era lógica, y la expresión más evidente fue la conversión al catolicismo de los visigodos de religión cristiana arriana ([1]). En definitiva la base cultural de las nuevas sociedades se asienta (religión, idioma, etc.) en las tradiciones culturales romanas con un viento de renovación exterior.

Con la división de la tierra, la liberación de esclavos y las innovaciones técnicas, se produce un avance en la agricultura, sin embargo, al romperse los vínculos con el mundo antiguo, todo lo positivo de este no se recoge generándose un atraso científico.

El atraso se incrementa también debido al papel jugado por la Iglesia cristiana, la única organización que sobrevivió, al imperio romano y que transmitió desde el mundo antiguo al feudalismo, los conocimientos intelectuales ([2]). Los mecanismos de selección de la Iglesia cristiana centralista, eliminaron de un plumazo el conocimiento antiguo no interesante para esta Iglesia; hechos parecidos han ocurrido a lo largo de la historia ([3]), el ejemplo más escandaloso, lo tenemos, en el incendio de la biblioteca de Alejandría, que ha privado a la humanidad de grandes obras del mundo antiguo.

Lo que se salvo de la destrucción, fue apropiado por la Iglesia cristiana y expuesta al exterior con su particular visión de las cosas, la religión poseía el monopolio del poder intelectual, la visión más clara al respecto la tenemos en el libro de San Agustín, "la Ciudad de Dios", donde quedaba claro el papel del Estado y el de la Iglesia, en el momento que el Estado centralista, estaba en descomposición. La humanidad tardo mil años en volver a ver la luz.

Existe un período que abarca, desde el final del imperio romano hasta el siglo X, más o menos, o sea, aproximadamente unos 500 años, donde se consolida la sociedad feudal en Europa.

El reino más evolucionado es el visigodo de Hispania (península ibérica y sur de la Francia actual), que se asienta sobre una población fuertemente romanizada y mucho más numerosa del orden de 30 veces con respecto a los Visigodos, además estos estaban también muy romanizados, sobre la población romana se establece una capa de nobleza visigótica, que elige un rey, que esta rodeado de una corte, los territorios son gobernados por duques, condes, etc., posteriormente aparece la asamblea de magnates ([4]).

La invasión musulmana de Hispania, echa por tierra esta primera forma de sociedad feudal y es sustituida por otra que ha conseguido mantener, importantes conocimientos antiguos, ya que estaban al margen del control de la Iglesia cristiana.

Se establece una sociedad avanzada, que se organiza a través del Califato; la administración respeta las instituciones religiosas cristianas, Córdoba se convierte en el principal centro cultural e industrial de Europa y los musulmanes sustituyen a los visigodos como clase dominante. Pero no hacen variar la estructura social, con el tiempo surge una incipiente burguesía comercial e industrial, que queda aletargada con el tiempo, en buena medida por las invasiones de los almorávides, almohades, francos etc., por disensiones internas y por la desaparición del califato.

En el resto de Europa Occidental, los francos suceden a los visigodos en el liderazgo cristiano con la dinastía carolingia. El Papa, como heredero de las prerrogativas de los emperadores romanos, reconoce este hecho y corona a Carlomagno (año 800).

Sin embargo, la Iglesia cristiana, luchara por la independencia del poder no religioso (Nicolás I), una de las características es la de mantener una estructura de poder oficial, mantiene así el papel tradicional de las instituciones religiosas, ser complementarías con la labor del Estado, digamos una especie de sindicato ideológico de la clase dominante, la Iglesia ejerce importantes tareas en justicia, enseñanza, mediación y arbitraje, cultura, etc. ([5]).
Durante el período de Carlomagno se produce un hecho trascendental para la evolución social de Europa. Los francos herederos del Imperio romano empiezan a conquistar territorios, que no estaban bajo el imperio. Las guerras sajonas acaban con la cristianización de Alemania, la nobleza sajona deseosa de la implantación del feudalismo, colabora con los francos y les entrega para ser matados a los campesinos que luchan contra los invasores (Verden de Aller, año 782). Se implantan las duras condiciones de la servidumbre feudal en Alemania, sin embargo, los cristianos tienen que permitir el mantenimiento de las costumbres alemanas, el derecho germánico, el idioma, etc., este hecho es muy importante para entender los acontecimientos a partir del siglo X, esto permite que se sigan manteniendo por ejemplo las asambleas en el ejército.

Con la división del imperio Germania llega a estar bajo un solo rey, con costumbre e historia distintas a la del resto del mundo feudal-cristiano.

Se establece la heredabilidad de los cargos (Querzy), y se consolida la servidumbre y el dominio de la nobleza, rodeándose de un fuerte aparato ceremonial, se crea la escuela palatina encargada de formar altos funcionarios, (notarios, etc.), la burocracia imperial que en China sirvió como contrapoder a la nobleza, no llego a fructificar en Europa por falta precisamente de imperio, la Iglesia sigue siendo en consecuencia la única estructura común, poseedora de centros de formación propios y una estructura funcionarial consolidada y estable.

En este marco los procesos de renovación van a venir marcados otra vez desde el exterior, al igual que en China la tesis de los pueblos fronterizos vuelve a funcionar, esta tesis dice, que existen unos pueblos situados en la frontera de una forma de civilización y que estos se adaptan a esta, pero mantienen sus costumbres y no se contagian de sus vicios, en consecuencia, cuando esta se encuentra en decadencia, los pueblos fronterizos la renuevan por invasión, convirtiéndose en la mayoría de los casos en nueva clase dirigente, permaneciendo la mayoría de la población como base demográfica de la nueva sociedad instaurada por los invasores.

Existen dos pueblos que en aquellos momentos, pasaban este proceso en Europa, los germanos del norte (vikingos) y los eslavos, sin embargo el feudalismo no esta en decadencia y los vikingos se expansionan, por los territorios periféricos, cercanos a las vías marítimas de comunicación, que habían dejado de ser los ejes del progreso, fomentando el feudalismo en la islas Británicas, sur de Italia y Rusia (Novgorodod).

Las primeras oleadas estaban orientadas al saqueo ([6]) pero las siguientes (varegos, etc.), suponen la reapertura de las rutas comerciales en el mar del Norte y el Báltico y el mejoramiento en el mediterráneo (Sicília), se crean las rutas fluviales en Rusia, que enlazan el Báltico con el Negro y llegan hasta Bizancio, estas rutas serian elementos claves para incorporar a los eslavos al feudalismo.

Las cruzadas reabren el feudalismo en el mediterráneo oriental, y es un balón de oxigeno para el decadente imperio de Bizancio, muchos hombres libres que vuelven de las cruzadas se instalan en ciudades, fomentando el surgimiento de la burguesía.

En el imperio Bizantino se desarrolla el feudalismo de forma muy pobre, en la línea de desarrollo directo del pre-feudalismo romano como consecuencia de la falta de influencia bárbara. La decadencia del imperio romano occidental, propicia la expansión territorial de Bizancio (Narses, Belisario), pero esta expansión no es consecuencia del desarrollo de nuevas formas sociales, sino que se hace con las antiguas, ello provoca que sea necesario elevar enormemente los impuestos y rebajar el nivel de vida de los súbditos de Bizancio, este hecho ocurrido varias veces, provoca en una de ellas, el levantamiento popular, que acaba con la matanza del hipódromo (Nikas), donde 40.000 sublevados son asesinados (año 532).

Con posterioridad los latifundios se autonomizan (themas) constituyendo pequeños feudos, a estos se vinculan los campesinos libres, y los colonos militares (stratiotas), se extiende el cristianismo a los pueblos eslavos, que se establecieron como súbditos en su territorio (búlgaros, etc.).

A partir del conflicto sobre la adoración de las imágenes, y el apoyo de los francos al Papa, se provoca la separación del cristianismo bizantino (Focio), consolidado después (Cerulario), el gobierno establece ministerios (logothesias), con un primer ministro (Dromo). La burocracia central y los señores feudales tendrán entre ellos un largo conflicto como es general en toda la época feudal.

La Iglesia en el ámbito local se va convirtiendo en un señor feudal más y esto entra en contradicción con la autoridad de los reyes y de otros señores feudales laicos, al constituir estructuras colectivas y no hereditarias.

Como consecuencia de este problema, surgen dos procesos, por un lado, la Iglesia se reforma ([7]), haciéndose más austera y aumentando la religiosidad o bien, más tarde, proyectando esta austeridad fuera de las comunidades, como las ordenes mendicantes ([8]). La otra reforma es emprendida por los emperadores alemanes, que suceden en la hegemonía feudal a los francos, como se señalo anteriormente, estos pueblos tenían costumbres y derecho distinto del romano, los Papas pasan en consecuencia a ser germanos, e incluso amigos y familiares del emperador, (Gregorio V, Silvestre II) y esta reforma trata de impedir la heredabilidad de los feudos y cargos eclesiásticos, para ello los clérigos no deberían tener hijos oficialmente, se impone pues el celibato (Gregorio VII).

La reacción ante la preponderancia germana, surge en importantes sectores de la Iglesia, especialmente en Italia, sobre todo cuando se intenta recomponer el Imperio, trasladando su capital a Roma y disminuyendo el poder de los Papas; la lucha contra los grandes señores feudales reforzaba el poder del emperador, y en consecuencia el poder arbitral del Papa disminuía, este conflicto tiene su máxima expresión en el llamado conflicto de las investiduras (Gregorio VII), en estas luchas se cuenta con el apoyo de la pequeña nobleza, el concordato de Worms (1122) supone la separación entre la Iglesia y el Estado y es uno de los hechos que inician la segunda época feudal.

En el sur de Francia (zona periférica del feudalismo), surgen movimientos anti-feudales, y en consecuencia, anti-Iglesia que propugnan un colectivismo agrario, ascetismo religioso, supresión de cargos eclesiásticos, etc., los dos grupos más importantes serian los valdenses, que eran los representantes de la incipiente burguesía comercial, básicamente de Lyón, y los cátaros, escisión del grupo anterior, mucho más radicales, que se organizan militarmente y al final son derrotados, su modelo social era posiblemente demasiado avanzado para su época, movimientos similares se dieron en otras épocas ([9]).

La heredabilidad de los feudos en Germania, hacen descomponer el imperio, cuya síntesis más importante la tenemos precisamente en su nombre: Sacro Imperio Romano Germánico, el feudalismo empezaba a agotar sus primeras formas y el centro feudal comenzaba a desplazarse de nuevo a Francia.

En Germanía se establecen 7 castas (escudos) de hombres libres, además de siervos. El comercio y el incremento de la circulación de mercancías y dinero, es la clave de la nueva época, en esta línea cualquier medida que entorpeciese conduciría al fracaso. Ya en esta época se producen las primeras huelgas, tal como se entienden en la actualidad, la de panaderos de Provenza (1280), se centraliza el poder de los reyes y se crean cuerpos de funcionarios, se impone el impuesto en moneda (Taille 1259), se crea el primer parlamento (en el sentido moderno), donde esta presente la burguesía (Inglaterra), y comienzan a crearse universidades ligadas a la Iglesia, precisamente estas universidades surgen en Francia, norte de Italia, Castilla, y mucho más tarde en Germania (Praga).

Ahora los Papas pasan a ser franceses e incluso la sede papal se traslada a Aviñón, imponiéndose fuertes tributos para mantener una lujosa corte, en este periodo la Iglesia se convierte en instrumento de lucha entre los diferentes reyes (cisma de occidente).

El surgimiento de la burguesía tiene su base en el comercio, principalmente en el mediterráneo (Barcelona, Génova, Venecia), y en el Báltico y mar del Norte (liga Hanseática). La más importante de las ciudades es Venecia, fuertemente beneficiada por las cruzadas, también hay otras como Florencia y Siena, relacionadas con las enormes masas de dinero que llegaban al papado ([10]). Se generalizan las letras de cambio y el crédito, sin embargo no se desarrolla el capitalismo industrial y las relaciones de producción feudales (corporaciones), imperan en el artesanado e impide su paso a la industria.

Las repúblicas, independientes del poder de los reyes, pudieron ser un marco adecuado, para romper las relaciones feudales, sin embargo la nobleza que controlaba en la práctica los gobiernos respectivos ([11]) lo impide, no desarrollándose el concepto de nación para superar el concepto feudal. La burguesía industrial se desarrolla principalmente en los Países Bajos.

Paralelamente el Sacro Imperio se descompone, con la perdida de poder del emperador. Entre Francia y Inglaterra se produce la guerra de los cien años ([12]), se va en el camino de la consolidación definitiva del poder del rey sobre la nobleza, esta última se rebela al anterior ([13]), la línea de concentración de poder es una de las constantes históricas dentro del desarrollo de una forma social, este proceso acaba con la victoria de los reyes y la consolidación del estado semicentralizado.

La derrota de la nobleza se produce de forma violenta y generalmente con la instalación de dinastías nuevas, Isabel I de Castilla (pacto de los toros de Guisando), Alfonso V de Portugal, Fernando II de Aragón, dinastía Tudor de Inglaterra (guerra de las dos rosas), Suiza (paz de Basilea), Iván III de Rusia, Carlos VII de Francia (guerra contra la praguerie), etc.

Durante el final de esta época, se producen en Francia, movimientos de rebelión en el marco de la guerra de los cien años similares a otras sublevaciones, que se producen en toda Europa, levantamientos flamencos (burguesía) contra la ocupación francesa, hussitas en Bohemia, burgueses en París (1358), sublevación campesina contra el trabajo obligatorio (corvee, 1358), movimiento de los cabochiens (1382) ([14]), y otras (Gante, Florencia, etc.).

Las características más importantes de la nueva fase del feudalismo son el ejercito que pasa a ser profesional (mercenario) y permanente, el misticismo religioso que se produce como reacción a la opulencia eclesiástica, y la influencia platónica difundida por los filósofos musulmanes (Avicena y Averroes); surgen movimientos místicos por toda Europa ([15]), también surgen los primeros movimientos precursores de la reforma protestante (Wiclif y Juan Hus) que sirven de cohesión a las luchas antifeudales en Inglaterra y Bohemia; el movimiento hussita se divide en dos grupos, el conservador (Utraquista o Calicista), formado por la nobleza y la alta burguesía, y el radical (Taborista) que propugna importantes reformas sociales, los primeros aliándose con los católicos vencen a los segundos que posteriormente se unen a los valdenses, en la Unión de Hermanos Bohemio-Moravos (1457), la traición Utraquista dejo sin sentido social al movimiento religioso.

Durante estas dos épocas feudales, la nobleza como clase dominante también sufre modificaciones, en Francia e Inglaterra el Rey recupera los feudos vacantes y disminuye el numero de la alta nobleza en beneficio del monarca, en Germania se sigue fraccionando, (leyes de 1037 y 1136), pero en general el poder de la alta nobleza aumenta en Germania incluso se divide a la sociedad libre en clases ([16]). Pero además existen los funcionarios, estos sumados a las tres clases inferiores constituyen la baja nobleza, se añadiría también la caballería grupo de soldados profesionales al servicio de un señor y que forman un estamento importante en del mantenimiento del orden social. La división entre baja y alta nobleza, se produce prácticamente en todos los países, aunque con mecanismos de formación diferente, Inglaterra (lord, gentry), Francia (barons, chevaliers), Castilla (grandes, hidalgos).

Hay que señalar que el caballero medieval era muy distinto del mercenario, en su código (1090 Bonizon de Sutri), se especifica su carácter no monetario, con la renuncia del botín, la fidelidad personal al señor, velar por los asuntos públicos, etc. En Japón el código del Samurai guarda un gran parecido.

El sistema de jerarquía feudal, va siendo sustituido en parte por jerarquías territoriales, administradas por funcionarios (bailes, alcaldes, curatores, etc.), que dependen de la corte ([17]). Existe un complejo sistema de inmunidades, que afecta sobre todo a la aplicación de la justicia y de los impuestos formando numerosas jurisdicciones especiales.

Las ciudades donde se agrupan los burgueses forman una de estas jurisdicciones especiales, el carácter de estas estará marcado por los intereses, primero del comercio y posteriormente de la manufactura, como la nobleza obtiene beneficio del desarrollo de las ciudades no se imponen problemas en un principio, pero en la medida que estas comienzan a independizarse formando ligas y a desligarse del poder imperial surgen guerras y conflictos, el más importante de los cuales acaba con la abolición de las ligas (1389) en Alemania, y la participación de estas en la Dieta Imperial como tercer estado (1489), de forma similar se soluciona el conflicto en otros países.

Las corporaciones regulan todas las actividades artesanales asegurando la inviolabilidad de los secretos de fabricación y los regímenes de comercialización y producción.

La tercera época feudal viene marcada por tres hechos relacionados entre sí, la caída de Bizancio, el Renacimiento y el descubrimiento de América, aunque a esta se trasladan las relaciones feudales imperantes en Europa, al igual que los bárbaros del mediterráneo oriental 2.500 años antes el feudalismo no podía ser inmune a este inmenso territorio, al incremento del comercio y del flujo monetario, la incipiente burguesía europea recibe el impulso fundamental.

En América los conquistadores y colonos destruyen las sociedades indígenas, situadas en el período bárbaro o en el primitivo, convirtiendo a los nativos en vasallos de los nuevos señores feudales, el modelo feudal implantado es el imperante en Castilla (Cortes de Valladolid, 1518), por lo tanto un modelo feudal periférico adaptado a las nuevas circunstancias, las minas y similares propiedad de la corona son puestas en régimen de concesión a particulares (regalías) y explotadas en un régimen muy similar a la esclavitud.

Poco a poco la burocracia real formada por nobles peninsulares va entrando en conflicto con la nueva nobleza, heredera de los primeros conquistadores y colonos (en su mayoría hidalgos) básicamente terratenientes, el monopolio de la corona sobre las exportaciones es roto en la práctica, lo que facilita el surgimiento de una burguesía comercial ligadas por razones económicas a las burguesías inglesa, holandesa y francesa.

La Mita era una forma de producción en la que se pagaba teóricamente un salario, pero en la práctica se llego a convertir en una semiesclavitud. Las Misiones son señoríos religiosos (jesuitas), donde se establece un colectivismo agrario y donde los indígenas se encuentran a un nivel superior a la media, pero la presión de los terratenientes y de la corona acabara con las Misiones conservándose solo algunos vestigios.
El proceso de centralización tiene también su vertiente religiosa y la formación de Iglesias nacionales debilita el poder papal. El misticismo y los movimientos reformadores anteriores a la Reforma (hussitas y similares), las luchas entre güelfos y gibelinos ([18]), influencian considerablemente a algunas de estas Iglesias. En este marco surge en las regiones cristianizadas más tardíamente y básicamente en territorios que no formaron parte del Imperio Romano ([19]) la Reforma Protestante.

Al calor de la reforma protestante muchas de estas Iglesias recuperan las ideas de la alianza bohemio-morava (hussitas y valdenses), el espíritu místico y la primitiva organización de las ordenes religiosas mendicantes y coinciden con los intereses del pueblo campesino, que veía como la nobleza se estaba reorganizando para explotarle más ([20]) y sirven de elemento unificador a las guerras campesinas (principalmente entre 1524-1525), algunas de estas Iglesias (baptistas, melchoristas, mennomitas etc.) tienen sus principales centros en las zonas de mayor tradición burguesa y en el núcleo de las antiguas guerras campesinas, los sectores más radicales enlazan con los llamados exaltados (schwärmer) que recogen las tradiciones taboristas y que salvando las distancias serían similares al anarquismo.

Aprovechando la confusa situación política-religiosa, grupos de caballeros también se levantan, con el propósito de sustituir a parte de la nobleza (1522-1523).

La parte más organizada de los campesinos (Hipler), expone el programa de los 12 puntos: la elección de cargos, la supresión de la servidumbre y el abaratamiento de los arriendos, constituyen el núcleo central. Pero la falta de organización del movimiento y su división (Münzer, etc.) le llevaron al desastre, si se suma la guerra de los 30 años, la tercera parte de los campesinos en Alemania mueren, 100.000 de ellos ejecutados. Tras la derrota de las guerras campesinas, la tremenda represión posterior con el apoyo de la nobleza protestante, se dificulta durante siglos cualquier reforma social, vemos pues como el exterminio conduce a la rotura del tejido social y en consecuencia se hace extraordinariamente difícil la reorganización de la sociedad. Movimientos similares recorrieron toda Europa, encabezados en algunos casos, por la pequeña nobleza local, en la península ibérica por ejemplo comuneros (Castilla), germanías (Valencia), etc.

Se abre la nueva época feudal, con numerosas guerras como todas las épocas de cambio, cuando se rompe el orden social los sectores en ascenso buscan su sitio en la nueva situación, el punto culminante es la guerra de los treinta años (1618-1648), heredera directa de los conflictos religiosos y las guerras campesinas.

Se empieza a formalizar la forma más extrema de esta época feudal (absolutismo), el territorio germánico, centro de la última época se convierte en el escenario principal donde se libran las luchas por la nueva época, aquellas coronas que defienden la continuidad reformada de la época anterior (Concilio de Trento) entraron en decadencia.

El desarrollo impetuoso de la burguesía es paralelo a la variación de algunas formas de dominio, se disminuyen los territorios del campesinado y se incrementan aquellos que venden su fuerza de trabajo por un salario. Las grandes sociedades mercantiles por acciones (compañías de Indias) y los monopolios comerciales, rompen las estructuras de las corporaciones feudales, el mercantilismo incrementa la producción para la exportación y el rechazo del autoconsumo (economía de subsistencia), se eleva la explotación sobre los trabajadores tanto libres como los semilibres y siervos, se generaliza el comercio de esclavos hacia América, los beneficios de las compañías comerciales son enormes y la nobleza que vive de la corte y del estado se aburguesa.

Esta forma de feudalismo, no tenía un centro, este se lo disputaban Inglaterra, Francia y España, esto genera numerosos conflictos, (guerras coloniales, sucesión en España, etc.), a partir del tratado de Utrech (1715), queda entre las dos primeras.

El estado organizado alrededor de la corona crece, comienza a organizarse importantes ejércitos reales permanentes (mercenarios), un aparato recaudatorio considerable y un elaborado aparato represivo (servicios de información, cárceles para la nobleza, etc.), estos elementos serán recogidos por la burguesía y consolidados cuando esta tome el poder.
[1] Herejía Cristiana que llego a ser mayoritaria, y por lo tanto dejo ser herejía, en algún momento.
[2] Faceta tradicional de la religión en la época.
[3] Por ejemplo los destrozos producidos en las inscripciones del Egipto faraónico, por parte de los coptos, o lo ocurrido en la China antigua, de Li Seu, el 213 a.n.e., donde se destrozaron los conocimientos anteriores.
[4] Donde también se encuentran los obispos.
[5] Muchas de estas labores, siguen manteniéndose de alguna forma en la actualidad.
[6] Lógica en una sociedad primitiva.
[7] Cluny, y en otros aspectos, Cartujos y Circentieses.
[8] Franciscanos, Dominicos, Carmelitas
[9] Los agonistas (Montano), que surgen en el norte de África, zona periférica del imperio romano en el siglo I.
[10] Nuevamente trasladado a Roma.
[11] Por ejemplo en Venecia el Consejo de lo Nobles.
[12] Con la irrupción de Inglaterra en la escena europea.
[13] Urraca en Castilla, etc.
[14] Derrotados por mercenarios (armagnacs).
[15] Flagelantes, bequines, begardos, hermanos de la vida común, amigos de dios, etc.
[16] Emperador, Cardenales, Príncipes, Señores, Regidores y Ministeriales, además de los vasallos de los anteriores, y los vasallos libres.
[17] Donde se encuentra la alta nobleza.
[18] Luchas entre partidarios de los emperadores germanos y los señores y ciudades del norte de Italia.
[19] Mayoritariamente.
[20] Había aparecido ya el tributo en dinero.

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