Apparátchiki
Aппара́тчикч
Esta palabra se
utiliza actualmente para designar una casta política, como muy bien
define Wikipedia:
“Apparátchik (en ruso:
аппара́тчик;
en AFI:
[ʌpʌˈraʨɪk];
plural apparátchiki)
es un término coloquial ruso que designaba a un funcionario
profesional, a tiempo completo del Partido
Comunista o
la administración soviética (por ejemplo, un agente del "aparato"
gubernamental o del partido que tenía un puesto de responsabilidad
burocrática o política). El término no designaba a los altos
cargos del Estado o el Partido.
Los miembros
del "aparato" eran frecuentemente transferidos entre
diversas áreas de responsabilidad, habitualmente con una formación
escasa o inexistente acerca de sus nuevas responsabilidades. Debido a
ello, el término "apparátchik",
o "agente del aparato",
era habitualmente el que mejor describía la
profesión de aquellos.
Además, el
término estaba generalmente asociado con unas ciertas disposiciones,
actitudes y apariencias. Cuando lo usaban personas externas al
Partido o la administración soviéticos, tenía a menudo
connotaciones despectivas.
Actualmente,
el término se usa también en contextos diferentes a los de la
antigua Unión
Soviética.
Por ejemplo, se usa a menudo para describir a personas que causan
cuellos de botella burocráticos en organizaciones que antes de su
aparición eran eficientes”
Esta
casta política estaba inmediatamente por debajo de la
“Nomenclatura”, que formaba la casta superior. Aunque a veces
puedan confundirse.
Los
estados y las organizaciones tienen como uno de sus objetivos
estructurales evitar que se formen estructuras de este tipo en su
seno. Ya que, se considera generalmente que son muy perniciosas para
la salud organizativa y son como un cáncer para estas.
En
la administración española fiel sucesora de la doctrina romana de
la organización, el “hombre del aparato” es un elemento básico,
y liga directamente con la figura romana del “cliente”,
definición de http://nestorramirezromano.blogspot.com.es/,
Néstor Ramírez (2011):
“En
la sociedad de la antigua Roma, un cliente (en latín, cliens) fue un
plebeyo que se asociaba con un patrón benefactor (en latín,
patronus). Las relaciones de clientela (del latín cluere, acatar,
obedecer) consistían en acuerdos privados, y por ello fuera del
control estatal, por los que una persona (de familia empobrecida o
extranjera) ponía sus servicios y voto a disposición de un patrón
poderoso a cambio de su protección y ayuda económica Esta relación
de patronaje se inició legendariamente por Rómulo para unir a los
patricios y plebeyos, de manera que uno podía vivir sin envidia y el
otro sin falta de respeto.
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La
costumbre del patronaje se extendió y en la antigua Roma no sólo
familias sino también ciudades enteras y provincias siguieron este
modelo. Por ejemplo, Sicilia en el siglo III a.C. se puso bajo la
clientela, o protección, de Marcus
Claudius
Marcellus.”,
el “Santo Patrón o Patrona” es una reminiscencia de esto último.
Evidentemente
los “Patronos” serían los actuales miembros de la
“Nomenclatura”, “barones”, “capitanes” o cualquier otro
nombre con que se le conoce actualmente a esta figura.
No
confundir con el “clientelismo político”, un concepto más
amplio y que englobaría también a clientes temporales o
circunstanciales, como “hombre del aparato” definiríamos solo al
cliente estable y fiel, que tiene, en la organización a la que sirve
su principal fuente de ingresos.