El reciente debate sobre la conveniencia de la vacunación contra la gripe A, ha puesto en evidencia la desconfianza cada vez más generalizada de la población hacia los poderes públicos, y ya no sólo de gobiernos si no también de organizaciones internacionales, como en este caso la OMS.
¿De donde surge esta desconfianza?, la respuesta me parece sencilla. Todas las organizaciones (empresas, asociaciones, sindicatos, etc.), tratan de influir en los poderes públicos, para que las decisiones que tomen favorezcan sus intereses.
La población conoce perfectamente que existen estas formas de presión y en consecuencia sabe que las decisiones de los poderes públicos no son independientes y que están mediatizadas por los intereses correspondientes, que en el caso que nos ocupa, serian los intereses de las farmacéuticas (las grandes beneficiadas de una vacunación masiva).
En el mundo anglosajón esta búsqueda de influencia está plenamente asumida como normal, pero en nuestro entorno cultural no está socialmente bien vista, aunque exista tanto o más que en otros lugares. Precisamente la transparencia del mundo anglosajón, la acción de los lobby’s se hace en muchos casos a la vista, tiene como consecuencia la menor desconfianza en los poderes públicos en estos países y bastante mayor en los de nuestro entorno cultural.
Cualquier decisión que se toma desde un poder público puede ser leída en clave de haber sido tomada por la influencia de determinado grupo de presión, sea verdad o no, por eso es tan importante la transparencia para hacer disminuir la desconfianza en los poderes públicos, sean del ámbito que sean, incluidos los internacionales y los judiciales.
Por ejemplo las decisiones de la OMS sobre la gripe A, el cambio de definición de pandemia, las vacunaciones masivas, etc., benefician objetivamente los intereses económicos de las farmacéuticas. Si la OMS ha tomado estas decisiones bajo presión de estas empresas, o lo ha hecho de forma independiente, lo desconocemos y en consecuencia cualquier hipótesis es creíble, sea verdad o no.
La única manera de luchar contra la desconfianza es la transparencia en la gestión de los intereses públicos.
jueves, 15 de octubre de 2009
miércoles, 7 de octubre de 2009
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